Tus ojos translúcidos en mi cama
Nubes entre las sábanas
Me abrazo a mi misma
Una opacidad azul me envuelve
Tus ojos
Te abrazo
Desapareces
Llueve en mi cama

En el reflejo de tus ojos translúcidos,
la opacidad caduca de la lluvia

"Nunca" y otras enfermedades del alma

Las raíces hacia atrás. En tu nuca. La ventana abierta hacia dentro. La herida hacia fuera.
Luz verdosa en los pies. Cuando la vida amanece y me estiro hacia el techo y toco las tejas de mis orejas.
Una gota de lluvia en mi interior disuelta en aguarrás con una pizca de imágenes distorsionadas del mediodía.
Somos frío. Somos líneas perpendiculares a la realidad. Pero sin fin. Rectas no segmentos. Rectas. Pero tan tan curvas y repetitivas...
Tomo té antes de entrar. Miro la hora. La hora yace muerta en la utopía. Me mira semidespierta. Me mira.
Me pierdo. Paraguas negros al final de la calle. Todo se ilumina pero ya no hay luz. La calle se distorsiona. La realidad juega con diferentes perspectivas y me clava las uñas. Y me obliga a seguir caminando entre paraguas. Entre el invierno.
Y me dejo llevar entre los claroscuros de las miradas ajenas. Y los colores hacen el amor entre ellos pero no son colores. Pero la nostalgia me besa la espalda. Y en el reflejo de los charcos veo la lluvia que se encuentra poco después con su reflejo pero los edificios se distorsionan con la luz de los escaparates. Todo es gris. Paraguas negros en la calle creando una capa cromática. Creo en una irrealidad cromática en todos los aspectos y matices. Color es luz.
Me pierdo entre un oscuro cromatismo. La lluvia me empapa. No hay paraguas negro. Solo hay cielo.
Me pierdo en el reflejo del cielo.

Viví en la cuidad eléctrica durante cinco meses.
No sé si me he olvidado o nunca existió.
Solo sé que me retorcían los nervios. Bebía de mí el musgo.

y las nubes se estiraban en mis ojos.

Llovía en la ciudad eléctrica. Todo echaba chispas.
Mi dolor de cabeza se expandía en un extenso violeta manchando el suelo.
La cuidad eléctrica al fin moría.

Se reflejó en la taza de café

mientras la opacidad de los sueños 

se filtraba por las grietas de su cuarto. 

La habitación hexagonal 

filtraba la luz de las farolas

con persianas que eran

pestañas de ojos del cielo.

Metamorfosis de los pensamientos

que se diluían con el café.

A punto de cruzar la carretera de la tristeza.

Las autopistas rojas recorren tu cuerpo. Rápido.

Me quedaré en la sombra.

Quiero amanecer en el fondo de tu pupila.

Edificios que se reflejan en el iris de la cordura.

Más café, cariño.

Calcetines de lana y un millón de estrellas en el pelo.

Mis ojos tienen balcones que dan a París. 

Iniciemos el vuelo. El incendio.

Pareces la palabra silencio.
Cuando te escondes tras mis miradas.
En la penumbra.
Mis emociones retroceden.

Vértices en el cielo que parpadean.
Azul.
Vértigo en líneas perpendiculares al cielo.

Vacío el vaso de tu mirada
y lo bebo pensando en fumarme tus contradicciones.

Rizos de locura(alisados)
Conceptos muertos en tu mente
que salen por tu boca.

La hoja de tu cuchillo cortando el doble fondo del cielo.
Y a las tres de la madrugada, qué vicio la locura de no pensar en nada.

Voy a hacerme una trenza con todas las palabras que no existen.
(Te dejo un cacho de realidad para desayunar.)

Mi piel soportando el aire.

Amanecía en el bus, las luces semiapagadas morían, todos los sueños se enredaban en mi pelo.
Falta de café. Nubes que jugaban con la espesura del cielo. Un libro en las rodillas.

Toda lógica contra mí. Nubes retorcidas.
Déjame ir, quiero marcharme, ya estoy perdida.

Soy los granos sueltos de azúcar en el plato del café.
La contradicción de la realidad pintándose la uñas.

Me gusta cuando tus manos se despliegan como edificios
y tocan mechones del cielo.

La lluvia goteando en mi interior

Lunares en forma de luna
mientras acaricio mis pensamientos.

Abro mis ojos
hacia el doble fondo del cielo.

Me distancio de mí misma
y recorro la autopista tu cuerpo.

Mi piel, universo convexo 

de miradas

de tus pasos al final de la calle 

alejándose

tocando el piano de mis latidos.

Ciudades perdidas en mi memoria

que se vuelven paraísos inexistentes.

La media luna de tus ojos sonriendo

se cae por la parte impermeable de mi alma.

Toco el cielo

con la punta de mis sueños.

Un lago de palabras

que me llena de inexistencia.

Mis pestañas despeinadas

filtrando el sol a medianoche. 

Mirada cinematográfica 

en la carretera 

comisuras de tus ojos

parpadean

planetas

tus ojos son planetas

un avión sale de tu mirada

las notas de tu voz

se mezclan con el aire

mis pulmones

llenos de tu voz

me cubro de luz

me grabas como una película

me observas

sé que sucede

tú presencia es

como no saber la hora

peinas mi subconsciente

con un peine dorado

transparente

transparente escaparate de tu mirada

mi pelo se mezcla con palabras

que no significan nada

te terminas como un café

la taza llenándose al revés

París

eres París sin luz en mi memoria

me cubro con un telón de silencio

y te rompes

anochece

anochece tu mirada

el cielo de fondo

reflejándose en ti

anocheció París, sin planetas.

La piel espiándome y descubriendo cada uno de mis ángulos imposibles tan agudos y obtusos al mismo tiempo.
Seré algo contrario al arte me cubriré con tus pestañas dejaré de anochecer en mi pupila.

Noches perpendiculares a tus lunares un millón de estrellas que caían con tristeza de tu pelo.
¡Y tú asegurando que nada real era cierto!
Recogeré mi cordura en una coleta me calzaré con palabras y convertiré toda la realidad en cristal fino.

Despliega la pátina sensible de mi mirada.
La noche sucede en mi interior.
La realidad se distorsiona, se pega a mi subconsciente.
Llueves.

La vida tras las cortinas. Tras mi mirada en un ático. En un ático tú y yo con un montón de brebajes desconocidos en nuestras pupilas. Y es eso. La vida cuando no pasa. Cuando no pasa se despliega bella, inconfundible. Me vestí de palabras, semidesnuda con monosílabos, mientras estiraba mis brazos a las estrellas del humo translúcido de tu nuca.
Tu boca llena de flores, enredaderas que salían de tus palabras, yo regaba el jardín de tu boca, mientras el tiempo, tan fugaz, me hacía cosquillas en el subconsciente.
Y es eso. Soñar con la vida es vivir. Un cúmulo de circunstancias, de miradas que jamás se cruzarán, de amores que jamás conocerás.
Me asustas cuando descoses mi subconsciente como si de un corsé se tratase.
Riegas mis ojos de belleza. Se despliega mi ser hacia la nada.

Me he imaginado a mí misma proyectada en el cielo reflejado en tu pupila. Y no, el tiempo no sucedía.

Pasaban horas y el café se enfriaba y los huesos se encogían y la vida no pasaba. 

Y todo pasa sin mí. Minutos que nunca han pasado. 

Me acerqué al borde de mis pensamientos. Era un acantilado muy muy alto desde el que se podía ver a lo lejos, cruzando el mar, la silueta difusa de la realidad.
Me encogí en mi misma me abracé todos mis ángulos imposibles y desdibujé la realidad.
Pero la realidad aún no se había dibujado ni creado más allá de mi imaginación.
En momentos difusos la inspiración se iba y yo lloraba retorciéndome de ideas, escupiendo cada una de las palabras no pronunciadas, hasta llegar a un punto inexacto en el que mis frases se suicidaban colgándose de mi imaginación.
Llegó el amanecer y con él la claridad inventada de este incierto planeta. Distorsioné todas las emociones las vendí a cambio de realidad.
Me acerqué al borde de mis pensamientos. Era un acantilado muy muy alto desde el que se podía ver a lo lejos, cruzando el mar, la silueta difusa de la realidad.

Arráncame todos los adjetivos,
de uno en uno
mientras el amanecer fuma tus pestañas.

Vomitando deseos
que me quitan
las ganas de
suspirar
de mezclar el aire con mi pelo
y cortar mi mirada
en cien mil perspectivas
diferentes
mis piernas rozándose
mientras amanece

(los sueños solo duran un instante)

Me apetece que se me entrelace el alma y que se retuerza tanto que llegue a mis ojos y luego saldrá volando al compás de mis parpadeos y formará música visual.
Y rompo las comisuras de mis sueños y salen libres a danzar en mi pelo.

Aún recuerdo como miró al horizonte azul. Mientras se quemaba y se iba desgastando y su pupila enloquecida lo seguía y sonreía, todo parecía un sueño.

Decían que era como una persona de seda, que su pelo lacio lacio, tan claro y largo que se suspendía en los átomos de todo objeto que lo tocara.

Y así era. Su jardín interior estaba tan tan bien cuidado. Todo era fuentes y arboles bien podados. 

Sus pies eran césped. Florecía de todo en sus pulmones. 

Y yo era desorden y maleza. Mi jardín interior eran ramas que terminaban en zarzas y rosas contagiando su color a hojas de sauce que se mezclaban con fuentes averiadas y oxidadas y un montón de grillos desentonados intentaban una y otra vez una melodía mientras el grillo más viejo dirigía la imposible orquesta una y otra vez.

Y los colores de aquel jardín. Tan bien alineados. Y mi jardín era tan tan feo. Tan oscuro y vívido.

Entonces me volví hacia ella, y de sus ojos suspendía una lágrima verde pastel. Y entonces lo entendí todo. 

Llegaron las luces a mi interior

y el bus repleto de personas 

cristales en mi pupila

caminando por una linea invisible

café por la noche

y

un millón de cosas sin sentido que

me hacen existir.

¿Cómo eres tan frágil? Ni una mirada puede tocarte.
Ni un suspiro que roza cinco milímetros tu piel puede aguantarse.
Bostezas tristeza, y toda la habitación se llena de colores olvidados.
Y abres la ventana y se escapan, uno por uno, al ritmo de tus parpadeos.
Y los ves alejarse entre las nubes.
Nos perdimos en el recuerdo más absurdo.
Nos perdimos dónde ya no se vuelve.
Oh mira, colores lamiéndome los ojos.
Inyéctame el azul celeste.
Desconóceme como solo tú sabes.

Hiciste trenzas en mi alma y no las supe deshacer.

Nuestras manos enredaderas mis ojos pozos tu boca universo.

Las tres de la mañana las cuatro y promesas ahogadas machacadas trituradas ahorcadas descuartizadas.

Una lucha contra mi propio mundo.

Y todo lo incorrecto que dices es mentira una vez has conocido mi mundo.

Me suicidaré con mis propias palabras.

Adiós. Dulce. Desconocido. 

Mira como se derrite el café en mis piernas en mi nuca en mi mente en la taza.
Porqué no sé de dónde he venido a las doce de la noche mirando las estrellas sin que me viesen escondiéndome de las canciones bonitas escapando de la tristeza...
Escondiéndome de la tristeza mientras paso por delante de ella. Engañándola.

Mira como mis pupilas se han convertido en un sueño danzante, en un sueño bañado de realidades.
Todo se desborda de mi ser. Me desbordo de mi misma.
Me lleno de tristeza. Infinita tristeza.

La imperfección de lo perfecto es la definición de la belleza.

Viento rosa, lo he visto detrás de tu pestañas, quizá descansando en  la armonía de los parpadeos suspensos en el tiempo.

en los compases que marcan tus parpadeos mientras tus ojos con forma de nota musical

bostezan de risa

Y bostezas música mientras emociones de todos los colores escapan de ti.

Mientras el humo se convierte en un pensamiento perdido.

Sutilmente lejos.

Destruir la belleza es destruirse a uno mismo.

Silencios casi perfectos.

La tormenta derramándose en sus palabras.

Motas doradas en mis sueños.

Suicidarme clavándome las agujas de un reloj parado.

Esta es la historia de las miradas que cruzamos sin que te dieras cuenta.
Una eterna melancolía...
Madrugada ahogada en mares de mi mente. Ahogarme en mi propio océano.

Vibran los cristales de la ventana. Vibra mi mente.

Explosión de sentidos derramándose en mi interior.

Recorrer con la mirada parajes inexistentes.

Sacacorchos de verdades oxidado en una esquina.

Su triste belleza abanicando el aire...y a media noche las luces se mezclan una y otra vez...

Y el color narra lo olvidado.

Y olvidarme de ti cuando cruces la esquina.

Tiempo fugaz que se esconde detrás de mis orejas.

No sé si era una melodía o una voz...

Me han salpicado gotas de ti. Cuidado.
Infinita tristeza, al revés, llenándose.
Una explanada luminosa de sentimientos removiéndose en mi interior.
Adiós.

Bajo un telón que no existe
las palabras bailan
saliendo de tus labios
al anochecer
A las 12 las estrellas se derriten
y bostezan en tu boca
Y me despliego
de mi misma
El desemboque de mi misma en nadie
El tiempo dividido en parpadeos
Café a las 5 de la mañana por favor
Soy un debate de palabras
Te observo a lo lejos
La linea de la carretera desviando la perspectiva
de algo que no existe

Brillante y resplandeciente cielo
bajo mis pies dormidos.
Tras ventanas se encuentran más ventanas vendando tus ojos.
Suave voz que me marchita.
Recuerdo que no recordaba y, y... la noche cayó tras mi suelo inerte.
Nunca volveremos a bailar un vals.
Y a las doce de la noche
las estrellas bailaron conmigo. Y yo, sin mi, en las estrellas...
Mañana es otro paso hacia la nada.

¿Quién soy? Soy una pregunta, pero lo fui ayer. Y hoy lo soy.

Me gusta despertarme cuando ya estoy despierta y me gusta soñar cuando se cuelgan las estrellas de mi pelo.

Belleza, en el centro de la tristeza.

Será lo que siempre no será.

La vida un incienso al revés. Cuando más lo quieres.

Horizonte vertical si duermo.

La vida es un continuo cambio por los pasillos de la soledad.
Sol derramando rayos en tu cabeza. Al despertar.
Flores disecadas dentro de mí.
Y lejos, en el horizonte, una sonrisa.
Una sonrisa de cristal en el cielo de noche.
A las seis de la madrugada.
Piano tocando unas manos.
Ayer a las cinco café con poco azúcar y muchas ganas.
Por el día suspiros en la calle.
Todos, caminan.
Y tú.
Y tus ojos siempre parados.
Y me saco imágenes por los ojos y no me duele pensar.
Me duele creer.
Y mañana a las doce me canta el futuro.
Explosión de sentidos.
Los días pasan con belleza cuando no pasan.

Nos encuentra el Sol lo marchita y no sé si las gotas son por el agua por tus ojos o por la lluvia que va a llegar. Porque ayer fue hoy otra vez. Y no porque sí. Pensamientos de colores hasta que acaben en tus ojos.
Claqueteteo de zapatos en tus oídos por la calle del pasado.
Y se me cae
mi ser al suelo
luces de colores
te lamen.

La línea de las luces 

en mi interior,

haciendo divisiones

en mi alma.

Comiendo mi helado corazón.

Yo. Tú. Ahora. Es nunca.

Las palabras nacen y mueren al pronunciarlas.

Y en mis piernas reflejos de

luces

cristalinas.

Casualidades son nunca.

Adiós enamorado desconocido .

Tus ojos son flores que nacen
sus pétalos, intactos, en tu
mirada
Polen.
Tus ojos son alergia
Eres pasos hacia la nada
Eres lo que mis minutos nunca podrán ser
Respirar la vida. Sin vivir.

Todas las noches se asomaba al balcón blanquecino con flores en sus barrotes.
Era lo que nunca fue. Era luces de colores. Del techo del balcón pendían estrellas. El cielo. Estrellado.
Una bóveda de sentimientos formaba canciones en su cabeza. Podíamos leerlas en sus ojos. Notas musicales eran pupilas. Compases eran pestañas. Cuando dormía se imaginaba canciones. Las leía en una imagen onírica de sus propios ojos. Siempre música. Todo el día. Crear. Deshacer. Crear. Romper.
Le gustaba contar lunares de su cuerpo porque siempre se quedaba con un número distinto.
Las melodías reinaban de noche en el balcón, Las flores escuchaban. Ella, la princesa de los compases interminables. Sudaba sentimientos por tanto ejercicio sentimental. El color morado rompía antes de llegar a sus oídos. Ella. Nada. Un sueño. Una realidad inventada por la propia realidad.
Era todo lo que no fue. Era todo lo que el pasado quería ser.
No era nada. Era. Era casualidades interminables consumiéndose.
Su destino: casualidades.
Las estrellas nunca se movían del sitio.
Un día dejó de haber estrellas. Invierno.
Pasó meses sin salir al balcón. Las pupilas no tenían forma musical. Ya no.
Era música rota.
Un día de sol salió al balcón. Las flores, muertas. El cielo, lleno de sol.
Nunca más volvió a soñar con música.

La realidad es una verdad
y todas las verdades son mentira
ven y sé mi verdad

A las 12 una copa de tiempo
tiempo...segundos, minutos, fragmentados
en un reloj que bosteza

El café al revés
narra el tiempo

Cuando mis parpadeos enfocan

la estación

siento gasolina

siento que me caigo en el tiempo 

y que este es el único que me lleva a alguna parte

siento que no siento nada

Silencio es una palabra que rompió el silencio

Al fin libre

en mi cárcel sin tiempo

Al fin encerrada

en mi libertad

Al fin.

Un velo de oscuridad

a kilómetros de distancia

ahora

nunca

Relojes que se atrasan

cuando parpadeas

Y pianos sufriendo melodías 

a las tres de la madrugada

vomitando todas las melodías

que jamás podrán tocar

Y muere para vivir

Y vive solo para vivir

La eternidad es solo un segundo

La vida es el segundo más eterno 

Ligeramente despeinado 

bajo el apacible sol te acercas.

Mechones y rayos de sol unen sus átomos.

Me pondré hoy flores en el pelo

para celebrar tu llegada.

Y me recuerdas a recuerdos

estás formado de mis recuerdos.

Reclinandome sobre mi misma

desapareces.

Bazofia es aquel arte expuesto simplemente por ser arte y no por rozar alguna esquina de nuestra alma.

Fotografío cada uno de tus movimientos bajo el sol

Detengo el tiempo

Y

Vísteme de todas las sensaciones del mundo

De escalofríos 

Cogí una autopista hacia las nubes

entre bao y niebla quebradiza...

Suspiros entre cabellos ajenos

y

muchas miradas hacia la invisible línea del horizonte

Dejemos que mañana sea ayer

Dejemos que el tiempo espere a nuestros parpadeos 

Querido anónimo, te regalo todas mis palabras, para que construyas un castillo de cristal en tus pupilas y hacer de tus días una película sin fin

Fotografías tu nombre bajo mis párpados y tengo que resucitar de nuevo

El frío se ha vuelto un estado de ánimo

Sigo tu sombra por la llanura resplandeciente en la que se refleja el Sol.

Lágrimas cálidas de cristal cayeron al suelo y se rompieron. Yo iba descalza.

Sabores pálidos. Sol frío. 

Mundos inventados en sí mismos.

La imaginación se deshace en mis manos.

La ciudad corre. Tu sombra corre.

Miles de tonalidades de blanco y negro discuten entre ellas y se forma tu imagen.

Mi mente choca con lo imposible.

Lo imposible muere porque existe. Lo imposible no existe porque murió. 

Soy un recuerdo que nunca sucedió.

Enciendes luces en aquella esquina solitaria, yo te sigo mientras tropiezo conmigo misma.

En las sombras de los huecos de las inexistentes esquinas de tus ojos me fundí

Morí por no ser coherente

Nací en mi desorden

¿Pero dónde estás? Todo está apagado, oscuro…pétalos en el suelo lloran

No existe la belleza  en un mundo objetivo

No existes

Solo hay oscuridad y desorden

Miré el ocaso perdido tras su pelo color pastel, los rayos dorados envolvían tus fracciones

fraccionando mi mirada

derramando oportunidades en el suelo

rompiendo las palabras... de color pastel

Detrás del cielo se derraman mis palabras

Y con mis palabras el cielo se cae a pedazos

Que nuestros párpados sueñen una noche más con no despertar... 

Me gustaría volver, para así perderme y encontrarme.
Deliciosos días de color azul sin saber quién soy....
Me perdería en la lluvia una vez más...
Soy coincidencias que nunca serán casualidades.

Estaba agazapado sobre si mismo al fondo de la oscura habitación, no se le veía la cara, estaba muy quieto

Caminé hacia él lentamente por el camino de seda, intenté verle la cara

Estaba llorando, la luz de la Luna que entraba por la ventana lo acariciaba

Me sentí mal                    

Me miró. Sus lágrimas brillaban, le cubrían la cara

Me incliné para tocarle el hombro, pero rehuyó asustado

-No me toques. Soy  frágil por dentro. Me romperías el alma

¿Y qué iba a hacer yo? ¿Dejarlo allí, llorando?

Le tendí la mano. La miró con repulsión

-¿Vas a quedarte ahí, llorando por tu alma de musgo, por eses artificiales sentimientos que la hacen frágil?

Me sorprendí cuando me cogió la mano

Un estallido sonó

Y nos alejamos por el camino de seda

La noche olía a frambuesa
Las nubes rosadas maquillaban el cielo
Tu recuerdo es un paisaje. Eras un paisaje
Se escuchaban ecos de vacío en el suelo

Sentirse vacía es llenarse de irrealidad. Todo corre sin mi. Yo corro sin nadie. 

Me pierdo en el universo, el universo dice que me pierde.

Te vi a lo lejos y di media vuelta. Me alejé de las casualidades.

Lo que nos separa y lo que nos une es lo mismo.

Voy corriendo hacia mis pensamientos que se rebozan en tu mirada, que es una cascada de emociones sin sentido…

Lluvia se convirtió en tiempo, gotas en segundos, y la luna rotaba a tu alrededor

Y yo que no soy nadie

Dejé de serlo para ser una sombra clara

Que vaga por las notas musicales de sus palabras

Me pierdo en mi misma, me abrazo en silencio

Tus silencios son mis palabras

Te has diluido con la lluvia, yo sigo aquí muriendo con el frío, viendo como las acuarelas de tus ojos se diluyen entre mis recuerdos.
Me he caído en el suelo sin fondo del universo...

Lloré flores que marchitaban en mis mejillas...
El cielo me recuerda a mi vacío
Azul
Inmenso
El cielo me observa encima de mis párpados
La línea que divide tus pupilas del iris se ha fugado a mis recuerdos

Llovía en el cristal, miraba a través de las gotas y vi como la carretera se ensanchaba y se encogía.
En la calle el aire me hacía cerrar los párpados como en un sueño prematuro...
Un lazo de tristeza tira de mi hacia ninguna parte.
El cielo dormía bajo mis sueños, un concierto de silencio.

Tengo miedo a descubrir el momento en el que deje de ser yo para ser lo que de verdad soy.
Perfeccionismo se levantó de sus aposentos y me tortura.
Siento que todo el mundo es imaginación mía. Que las paredes de mis venas son más finas que la propia realidad, que el cielo es la mentira más grande.
Nos sentamos al amanecer, las melodías nos acompañaban mientras se ahogaban en suspiros.
Muero cada segundo recordando mi existencia.

Debo decir que las cartas que dejé en el buzón no eran palabras, eran intentos
Unas escaleras de cristal hacia tu mirada, lucharé por llegar a tus ojos antes de que se agriete
Pero caí en el vacío, caí en espiral hacia al fondo del universo, tan hueco, tan solo, triste, luminoso y seco
Creo que morimos en el umbral de nuestro nacimiento, y de la mano caminamos por la vida
INTENTANDO SENTIR
Pero la vida ya se había ido, nos había dejado solos, atrás, muy atrás, en una esquina del cielo
Lo siento, mis palabras no existen, tú tampoco, porque también eres una palabra
Todo lo que te defina hará que dejes un poco más de existir

Detrás de la puerta

sólo se escuchan corrientes de aire

La Duquesa besa a donnadies escondidos en armarios.

Su pelo ondeando el aire en el balcón a media noche,

sus ojos barnizados se posan sobre loros mojados.

Se sitúa delante del tocador

y el exótico perfume naranja abraza el ambiente.

El dulce asesino espera detrás de la quienta puerta

del armario más paciente.

' ¡ Qué noche más bohemia ! '

piensa la Duquesa mientras un indio la besa.

Corre por los pasillos 

y los diamantes del pelo le pesan.

Corre hacia el armario

y se lleva la sorpresa,

' Hola, soy tu asesino, o te vas o me besas '

Y con un beso de mora,

murió la Duquesa,

que en su cabellera espesa

guardaba promesas.

El ruido muere en mí

Porque soy un recuerdo del futuro

Eres un  escalofrío que recorre mi nuca y muere al finalizar su recorrido

Mueren las luces en mis ojos

Se trasforman en algo fugaz

Soy tu mirada

Te fuiste, pero jamás me quitarás la poesía

Miré detrás de tus pestañas, no había magia

Todo se desvaneció, los paisajes se borraron, mi pupila era una goma de borrar…

Quedé yo, el silencio, amaneceres mudos que chillaban el silencio detrás de cortinas sordas

Llevo toda mi vida esperando al futuro, y el futuro nunca llega...

 Detrás de un telón cosido con estrellas mágicas, tu sonrisa se fundía con el aire, los días morían en mis pupilas, era el eco de tu mirada...

Una orquesta reside detrás de tu mirada

Mientras tú dormías, yo inventaba constelaciones desde mi ventana

En las ruinas de tu corazón, encontré casitas diminutas de porcelana

Todo lo que no te dije es lo que ha quedado en mi memoria

Y el día que no lo recuerde, de algún modo, dejarás de existir

Me eché a correr calle abajo, a las 6 de la madrugada y sin dormir.

Miré al cielo contaminado de recuerdos,  se alzaba sobre mí, preguntándome cosas, reflejando las pocas estrellas en mis ojos, arropando las nubes que las tapaban.

Lo real y lo imaginario se empezaron a besar encima de una montaña a lo lejos de mi cordura, intenté alejarme de todo el mundo, desconocerlos a todos para que todo fuese un principio feliz…

El frío bailaba vals sobre mi nuca, el aire olía a mañana resucitando…de repente un coche me asustó en el silencio de la madrugada, a lo lejos sus luces parecían un sueño desapareciendo de la mente.

El tiempo esperándome en el final de una calle estrecha y oscura, pájaros negros coloreando el azul del cielo mientras los frenos de un coche se semejaban a los chillidos de un amanecer que no quería despertar…

Mis parpadeos se convirtieron en pétalos en el suelo, todo se quedó frío, intacto, noté en mis pupilas colores parpadeantes.

Mírame, estoy detrás de tu mirada para que no me puedas encontrar

Eres mi ser derramándose

¿Entiendes? Soy un pozo de tus palabras, clavadas como dardos en mi cabeza

No eres poesía, por eso los poemas te aman

Su mirada es gris

Barniza de ese color todos los objetos por los que sus ojos pasan

El cielo cae en el suelo, llueve

Eres un libro que llora pensamientos

Olvidarme es recordar lo que nunca sucedió

En mi pensamientos caen goteras de ti

Soy una estructura de algo imposible
Eres como esas palabras que nunca me salen al describir la belleza
Me pasé una tarde contigo, buscándole esquinas al cielo
Tus ojos son melodías de un piano

Sigue amando conceptos, estos son los únicos que tienen fecha de caducidad
¿Qué es si no la vida más que un concepto?

Eres un planeta

frío 

Un planeta

lejano

Voy contigo en sueños

Voy a ti, y la gravedad no existe

Flotamos y

rozamos

nuestros hombros 

bajo la luz de otro Sol distinto

El cielo está tendido en el tendal del universo

Ningún planeta se acordará de nosotros...

Me encontraste ausente en tu armario

mirando fijamente hacia el vacío;

que es la nada

Preferiste asesinar mis palabras y descuartizarlas 

bajo mis miradas fugaces 

Morí ayer y nací al segundo siguiente

soy la reencarnación de mis ilusiones

Soy libre en mi cárcel

me consumo en sueños

me ahogo en melodías

Durmiendo entre este ruído...

descansando entre las sábanas del color de la electricidad...

entre tantos murmullos que se transforman en gritos

cuando te vas tengo tantas preguntas que hacerte...

medias rosadas

mis pupilas se dilatan

escucho brisas lejanas

cuanto más conozco a la gente, más me alejo de ella

-Hola, me he encontrado contigo en el fondo de tus ojos
-Has roto el aire interpuesto entre nosotros, has matado la distancia. Ahora debes irte
-No me iré. Nunca. Jamás
-Entonces me iré yo
-¿Cómo?
-Me vendaré los ojos para que no los puedas ver y caminaré siempre a tu lado. Siempre termino las cosas igual

"Vivo en cada mueca de tu desconsuelo...

jardinero del jardín de tus lunares"C.S

La poesía es la cuadrícula que marca mis venas,

cogí un frasco morado aver si tu tristeza se envenena...

Me puse a navegar en busca de intensas emociones

y sólo encontré cielos bohemios 

y restos de algunas canciones.

Que mi vida es un premio

y tu mirada es un sueño

por encerrarme en aquella jaula

ví mi mundo más pequeño.

Todo el mundo busca esa felicidad que dejó atras,

a ver si algún sentimiento se repite de verdad,

la llave que abría tu corazón,

te la tragaste como un anzuelo.

Y pensaste " aquí me muero"

hasta que alguien te hizo resucitar,

entonces pensaste que eras inmortal,

y la historia volvió a empezar.

Tantos amagos de perfección 

veo en la intención de todo...

Y cuando estuve en el lugar deseado en el pasado, me dí cuenta de lo que significaba todo : 

soñar con el futuro.

Claramente, lamiendo el asfalto

ardiendo.

Siente la realidad debajo de tu lengua.

Tú y yo, algún día dejaremos de saber que existimos.

Mierda, me olvidaré de todo para que al final todo vuelva a ser igual.

Yo fui testiga de tus tiempos más felices

Y vi tu caída desde el océano

Vi como todo se consumía en colores inexistentes

Reviví tras velos morados que tapaban mis pensamientos

Eres el temblor del viento, eres  el aire que roza mi cuello

Te vi reflejado en un charco, y en vez de dar la cara, me di la vuelta

Y me fui

Yo sola, sin ti, y contigo en mente

Me veo en el espejo y me reconozco al revés
Y mis palabras se pegan en el suelo, donde nadie las ve
Todo lo que he soñando se ha consumido, me ha arañado desde lo más hondo de mi ser
Pensar en el futuro te hace recordar
Y todo vuelve a morir ante tus ojos en un tono verdoso
Vuelo hacia un círculo sin fin, un amanecer en tus lentos parpadeos
Una melodía danzante en mi
Posiblemente mañana sea ayer, y jamás será hoy
Un cúmulo de pensamientos se escapan de mi mente, y forman el cielo

Mírame. Estoy aquí. Bajo las mismas estrellas que tú. ¿No escuchas esos murmullos? Alguien te quiere

Me he escondido debajo de un manto opaco de fragilidad

Me escondo de vosotros para no encontrarme a mí misma

Algún día me recordaré de que existo, algún día

Imposible perderme
Tu vida son palabras desordenadas
¿Y qué te voy a decir? ¿Qué sólo soy un concepto de tu imaginación?
Por favor...déjame ir...

El infinito se consume en días
Y día tras día las luces se mueren en tus pupilas
Eres una aguda nota musical haciendo temblar mi retina

Vaya. ¡Que ya te he advertido de lo que hay en el interior de mis palabras!
Me muero mientras tú te sientes especial y el mundo te cubre de huecos prejuicios...
Olvidé escribirte dedicatorias en el fondo de mi voz...
Las palabras volaron, se mezclaron con el tiempo como notas musicales.
El cielo gira cuando no lo miro.
El cielo detrás de mi cabeza.
Y las luces al anochecer parpadean...
Mis pupilas perciben todo lo temido.
Soy un cúmulo de estrellas que giran aleatoriamente sin sentido.

¿¿No escuchas ese ruido?? ¡Es todo lo que te han querido! Por favor arráncame los oídos.
¿Ves esas lineas verticales? Se cruzan con el horizonte de tu mirada.
Calla.
Todo el aire que te rodea es un suspiro de la realidad.
Miré hacia la Luna. Había olvidado todas nuestras conversaciones.
Me perdí en espirales. Me perdí en espirales sin tiempo ni espacio.
Y despacio me fui acercando hacia el abismo, se encontraba en el borde de tus pestañas.
Hola, soy el chillido de un amanecer muriendo. Y tú...eres el aire que entra por mi ventana...
Soy alérgica a ti, y aún así te respiro...por eso moriría por ti , moriría hasta que mis venas estallasen.
Un río de sangre dulce, porque es derramada para ti.
Yo era la luz que te abanicaba tenuemente.
Murió llorando, nació sonriendo.
Tus días eran cigarrillos consumidos. Y mientras yo volaba detrás de puertas kilométricas.
Has nacido, recuerda éso hasta que hayas muerto.
Hubo días en los que me convertí en uno de los lunares de tu cuerpo.
Recopilé tus parpadeos, me consumí...

Tu mirada refleja días grises, días inspirados en la nada, en la Luna, en pestañas oscuras...
Muere en ti, tu interior muere, y vives fuera de ti, fuera de tu cuerpo...
El paisaje se confunde con tu alma...se camufla entre cabellos de colores

Sonríeme

¡Y qué más da!

si la vida solo es un puzle con varias piezas perdidas 

que nunca daremos encontrado...

pero sí substiruírlas.

Abrázame

¡Qué más dá !

si ayer hizo sol y el corazón salió de paseo bajo sus rayos

y encontré mil respuestas a mis mil preguntas...

...el problema esque no sabía cómo emparejarlas !

Detrás de armarios perfumados, contra la pared muero...

Espirales doradas se mueven por todo mi cuerpo.

Humo de incienso se cuela por detrás de las orejas.

Colores pálidos, sonrisas torcidas en tu nuca.

Un alfiler recorre mi espalda...

Lamí la hierba fluorescente hasta que amaneció, y los relojes suspendidos en las nubes empezaron a echar humo.
Las canciones dilataban entre suspiros...
Se delataban emociones...nacían, revivían, morían y volaban...

Para mi querido anónimo

Quieres que todo vaya a tu compás y pierdes el baile...

y cuando ya llevas 4567895 bailes perdidos esperas sentada a que todos acaben de bailar...

Y no lo hacen.

Aprieto los ojos con fuerza, concentrando todo mi cuerpo en ellos, y cuando los abro, ya no estás.
Todos se han ido, y solo quedo yo reflejándome en mi misma. Me olvido de que existo y al final mi reflejo se acuerda por mi. Vomito esperanzas hechas con ladrillo y mantequilla.
Hola, escribo para gente que no existe.

Tras la cortina del cielo, tus pestañas doradas consumen el Sol.
Tu rosado pelo nace de la suavidad de los pétalos.
Tras murmullos y suspiros el aire tiembla en el techo de su casa; que es el cielo.
Amaneceres que intentan una y otra vez amanecer. Y son eso todos tus días, intentos fallidos de amaneceres muertos.
Termina el día y el cielo cambia de color, se alumbra, cada una de sus estrellas es un intento de deslumbrar.
Con tus largas melenas rosas recorres las calles más iluminadas esperando a que todo se convierta en polvo, en polvo azul que te cubrirá entera.

Una lambetada de poesía ya por la mañana y,

mi jersey de rayas se pondrá colorado y,

sorbamos el sol esta mañana 

contando los rayos que nos quedan...

Dejo que el tiempo pase y todo se vuelva de un tono azul melancólico y triste.
Intento que os marcheis y veros desde lejos.
Intento hacer papiroflexia con vosotros y soltaros en un río que os llevará a otros lugares...
Mis actos son batallas que luchan entre ellas, son contradicciones de mi mente.
Esto no tiene nada de poesía ni de literatura. No esperes más de mí.

Más de una vez soñé que me despertaba con alfileres en los ojos.

Soy aquella que nació en la ciudad de los cuervos.

Con nana por cuna.

Aquellos océanos dónde las mariposas se movían lentamente con sus frágiles alas.

Si abro la boca me salen serpentinas de colores.

Mis pestañas están fabricadas de agujas con las que coses.

Duras agujas que se clavan en tu mirada.

Nanas acompañadas se susurros de la Dama de Shalott.

Duendes haciendo trucos de magia con hadas como espectadoras.

Parche en un ojo para no ver la mitad mala del mundo.

Cantos que se ahogan con tan solo ver llover.

Me pregunto si seré mejor persona en mis sueños.

Haches que se ponen a hablar.

Me pregunto de dónde salieron tantos cuervos.

No me mires a la cara al caminar.

Disfrazo todo de una mágica estela de colores que desprenden mis ojos.

La sonrisa se caía en el suelo

y yo la pisaba como un papel mojado...

" sin sonrisa no hay mundo" decía mi conciencia...

Y me mareaba.

Después llegaron los cuervos a marear mi conciencia y todo estalló.

La luna había desaparecido entre carcajadas de ayer,

y para confundirme desordenaron los puntos cardinales.

¿ Y quieres pertenecer a mi mundo ?

Triste ingenuo, con sonrisa de cristal y cabellos finos

Mi mundo está inundado de poesía

Y quién entra se ahoga siempre

Y pertenece ahogado, y se mueve lentamente por el fondo

Buscando a la sirena que creen que soy

Y yo invisible los espío a todos

Y se derrama poesía en mi cabeza

Se derrama y se rompe

Choca contra mí misma

Colores se mueren en mí

Y el todo me abraza y me lleva hasta la nada

No soy nadie, no me busques

No soy nada

Llueve una misteriosa lluvia verde. Poca gente se da cuenta de que es verde, sólo aquellos que miran los charcos (la mayoría para observar su reflejo) pueden verla.

Las calles de la ciudad están más oscuras de lo normal, la tenue luz que se deposita cuidadosamente sobre el empedrado suelo de éstas parece mortífera.

Se escucha una música delirante, aguda, melancólica, todas las calles están muy frías, todas las calles van a dar al mismo pensamiento, todo se vuelve verde, negro, todo parpadea, todo es o blanco y negro o fluorescente ¡La gente ríe en calle contiguas!

Agujas aleatorias en el suelo te dan la bienvenida ¡Todos desean que te vuelvas loco!

Miro mis finos dedos cortar el congelado aire, espirales en la brisa.

El aire se vuelve líquido esta vez, el aire se vuelve líquido… resbala por mi cuerpo, me hace sentir viva, respiro las gotas que quedan por el suelo…

Huele a óxido, te mueres y eso te revive. 

Hola, sólo soy una sombra entre la claridad, sólo soy el pasado masturbándose, sólo soy la claridad del día apagándose, soy el aborto de lo bonito, la falsedad de lo feo, la duda de lo inseguro, la maldita verdad que se esconde, soy nada; todo, soy lo que nunca has querido ser, soy lo que siempre he querido ser, soy un desvarío, un suspiro en mal momento, soy el amanecer y el atardecer, soy la muerte de las flores, soy un arcoíris llorando, soy la corrección de lo incorregible, soy el azul, el negro, el rosa, el naranja…soy abstractamente materia, soy la canción que nunca escucho, soy, soy, soy, soy…

Soy algo sin nombre, porque la prueba más evidente de que existo es que no puedo definirme.