jueves, 24 de enero de 2013

Uno de los recuerdos de mi infancia es un edificio alto y blanco

Recuerdo ver el borde del cielo apoyada a sus ventanas de puntillas. Recuerdo ver las nubes mezclarse, el día desmayándose de claridad, tocar el cielo con las pupilas.

Había una sala con un columpio rojo enorme que cortaba el aire. Había. Grietas retorcidas en el techo.

A la salida. La puerta dejaba el silencio atrás. Se recogía. 

También recuerdo la armoniosa arquitectura de sus pasillos. 

La claridad celeste de sus ventanas día tras día, sus vistas a la realidad.
La inquietud enorme de una pequeña inocencia preguntándose qué significaba el cielo. Las grietas.
Armonía celeste
caerse
en el borde del cielo
día tras día


Y así fue como empecé a beber de surrealismo, todo por una ventana con vistas a la realidad.


jueves, 17 de enero de 2013

Se disfrazaba de cielo gris ¿Podré volver a la textura celeste?
Callaba cuando todos reían y se desmayaba de poesía
Y nadie entendía, pero siempre era así
Y siempre preguntaba respuestas
Y nunca respondía preguntas
Y nadie entendía
Era así.








(no me escondía de la realidad pero amaba cada detalle pequeño, lo creaba y sentía que el universo se alineaba que al fin cada etcétera se estiraba hasta las nubes y las yemas de mis dedos tejían estructuras de magia. me paraba por la calle y me asombraba todo lo que me rodeaba. tan fugaz. irreal. todo se me iba de las manos. siempre lloro irrealidad. todos callados. todos. pero no mudos. y yo lejos)

Le llevé donde el frío. Dónde. Todos suspirábamos.
Se cayó al suelo de tristeza. La voz apagada y párpados exprimidos.
y
ella moría de frío.
Con los ojos rotos de sueño. De sueños. Rotos.

Estiraba su mano hacia el techo y una melodía le hacía cosquillas.
En las costillas.

Juzgar a la realidad sin testigos. Planetas en tu espalda y la órbita de mi mirada. Frío.
Donde le llevé. Al frío.

sábado, 5 de enero de 2013

  Como no sobreviví al frío.
(así cuento como el frío invadió mi espacio interior mientras lo congelaba de forma impecable)

Las estrellas colgadas de tus pies
Me relamí con pereza
Un frío interno me petrificó

Palabras salpicadas
Un sonido dulce chocó contra el vacío
Silencio desplegó su tristeza
Tristeza muerta en el suelo

Me vestí de bóveda celeste
Todo se volvió opaco
Entonces me vestí de opacidad
Las estrellas se cayeron en un manto rojo
Sangre en el cielo
Nubes de tristeza
Me visto de cielo
Muero

Amanece en mi retina
.