domingo, 29 de septiembre de 2013

Estoy en la cocina y mis piernas están apoyadas sobre mí
estoy en la cocina y la luz del techo podría estar apagada
las baldosas son cuadradas como las ventanas pero no como el mantel
la sensación de verticalidad vuelve hacia mí
la sensación de
que todo se 
apaga
vuelve arrasando toda cordialidad pseudopoética y 
me caigo en la enorme piscina que hay ante mí
que me abraza porque
no necesita ser de ninguna forma
ni
imitarla
porque
solo necesita ser los demás
para poder existir

lunes, 23 de septiembre de 2013

Tiendo a mirar hacia un punto fijo y deshacerme en hilos, estirarlos e ir escribiendo mientras me coso a mi misma, mientras uno mis ángulos como si alguna vez hubiesen tenido sentido. Como si parpadear no fuese un estado de ánimo. Todo está en silencio. Mis extremidades se convierten en dulces hadas amarillas llenas de luz.
C'est la vie, mon amour, mon poison.
La gente grita en la calle
se miran y se tiran del pelo a distancia
porque no importa
porque es más importante la individualidad que un buen amasijo de felicidad
porque es más importante ser infeliz
por encima de todas las cosas

y yo me asomo a la ventana llena de luz y no sé cómo taparme cómo no apagar las hadas de mis tobillos y dejar de escupir silencio y me ahogo me estiro en el balcón me convierto en persiana en luz en sombra en aire a la vez

pero

la gente ya no mira hacia arriba porque ahora en más importante ser infeliz


sábado, 14 de septiembre de 2013

Voy a acompasar la ciudad
regarla
disfrazarme de ella y
jamás mirar atrás 
como Chihiro como
una loca en busca de
todo eso que jamás pudo nombrar

Mi punto de giro está en los ojos
de aquellos ajenos que
se disfrazan de mi vista
y me la devuelven en una cajita morada
con más pliegues que misterio
con más café que
la vida



domingo, 1 de septiembre de 2013

Su falda ocre. Tan larga.
Su pelo recién cortado.
El viento. La ciudad.
Ella camina por el etéreo suelo de su cabeza.
No se resbala.
No tiene suficiente edad pero patina.
Se le da genial.
Ella camina mientras patina y
no se resbala.
Tiene el pelo largo.
Pero recién cortado por los hombros
Tiene una falda corta.
Cuando se la recoge para no tropezarse con los pies.
Ella camina por el etéreo suelo de su mente.
No tiene la edad.
Pero patina y sonríe.
Y la abrazo.
Su falda ocre.


El palpitante sueño que agita la frondosa fortaleza de mi mente se desenmascara (se desnuda) se deshace.
Uso un corrector para la vida para las vías para las nubes escurriéndose y mi pelo cayéndose muy dentro (tan dentro) del fondo del océano que. Explosión momentánea de un intenso añil en tus ojos.