Querría saber cómo, cuándo y dónde, pero solo me encuentro con el vacío tan fugaz que nos colapsa muy adentrado el día, ese vacío que muda nuestro estado de ánimo a una ciudad a parte, a un extrarradio donde solo existe la luz eléctrica y no el calor.
Me gustaría saber dónde estamos. Si es que somos, quién es y quién es por dejar de ser. Recuerdo un día caluroso dónde todos nos rodeábamos de amistad en la calle del Sol. Pero ese recuerdo ya no existe más allá de mi imaginación.
No sé cuándo podré vaciar todas mis alas de esencias inútiles que se aferran a todo vuelo.
Me convierto en vosotros y me esparzo entre la multitud, quedándome, como siempre, sola, sola por querer estar conmigo misma.
Pero digo: la soledad nos salvará a todos.