Detrás de la puerta
sólo se escuchan corrientes de aire
La Duquesa besa a donnadies escondidos en armarios.
Su pelo ondeando el aire en el balcón a media noche,
sus ojos barnizados se posan sobre loros mojados.
Se sitúa delante del tocador
y el exótico perfume naranja abraza el ambiente.
El dulce asesino espera detrás de la quienta puerta
del armario más paciente.
' ¡ Qué noche más bohemia ! '
piensa la Duquesa mientras un indio la besa.
Corre por los pasillos
y los diamantes del pelo le pesan.
Corre hacia el armario
y se lleva la sorpresa,
' Hola, soy tu asesino, o te vas o me besas '
Y con un beso de mora,
murió la Duquesa,
que en su cabellera espesa
guardaba promesas.
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