Último verano en casa. El añil y el ocre se mezclan. La ventana abierta de par en par y los sonidos hacen juego con mi piel-jardín.
Último verano en casa. Ya puedo notar a flor de piel todas mis lagunas y expandirlas hacia la luna.
La carretera. En vertical. Sonrisa y un poco de sol en un bote con todas mis expectativas.
Último verano en casa y aún no había participado en ninguna de mis estaciones.
¿Nervios...?
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