domingo, 10 de febrero de 2013

Estamos mudos. Estamos incómodos. No sabemos en que postura poner nuestra contradicción.
Estamos mudos y no podemos tocarnos ni con las manos.
Vierto mi jardín interior en pequeñas macetas en tu balcón.
Destrozamos la realidad y. Nos destrozamos.
No es soñar.No. Soñar no es romper en añicos mi propia realidad.
Los trozos quedan en el suelo y yo salgo de puntillas. Cierro la puerta y desaparezco en silencio.

Las nubes del mediodía fuera también se retuercen. Una luminosa luz celeste se cuelga de los tejados. El suelo titila en la punta de mis zapatos.

Estamos mudos para siempre. Tu locura es mi camisa de fuerza.
Atada a mi anatomía, me desordeno.
Nos rompemos en añicos y cerramos nuestras puertas con pestillo. Sin vistas a la vida.

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