Imagino, me vuelvo loca imaginando. Pienso, pienso, llueve, miro los árboles desde mi ventana, pienso, bebo de mi taza de café, sigo imaginando y caigo en una espiral que me atrapa con sus dedos de seda, de seda queda mi garganta por opinar sobre cosas ajenas…

Ajena al mundo me envuelvo en mi misma, como si tuviese un plumaje que pudiese ocultar mis fracciones. Canciones describen emociones en mis pupilas. Quiero que me olvidéis, quiero irme al infinito y poder veros desde un telescopio.

Te juro que… mis días están cubiertos por un fino velo indescriptible que lo hace todo más triste. No paro de lamer el cielo, y este se derrama el mi interior.