lunes, 28 de noviembre de 2011

La Partida. Franz Kafka.

Ordené sacar a mi caballo del establo. El sirviente no me comprendió. Fui yo mismo al establo, ensillé al caballo y lo monté. A lo lejos oí el sonido de una trompeta, y le pregunté al sirviente que qué significaba. El no sabía nada, no había oído nada. En el portón me detuvo para preguntar.
-¿Hacia dónde cabalga el señor?
-No lo sé- Le dije- solo quiero irme de aquí, solamente irme de aquí. Partir siempre, salir de aquí, solo así puedo alcanzar mi meta.
-¿Conoce, pues, su meta?-, preguntó.
-Sí,-contesté- Lo he dicho ya. Salir de aquí. Ésa es mi meta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario